Hace 3 o 4 años, más o menos, mi mamá hizo un curso/taller de jardinería. Dentro del temario había algunas clases dedicadas a la poda de platas y árboles.
Mi mamá creció en una casa con un jardín bastante grande, así que siempre estuvo en contacto con las tareas referidas al mantenimiento y cuidado de plantas, árboles y flores. Como suele suceder en estos casos, mi mamá fue aprendiendo de las cosas que su padre (mi abuelo) le iba contando y explicando.
Al llegar a las clases de poda mi mamá se sorprendió al encontrarse con que la forma y las técnicas de poda que ella había aprendido de su padre eran las correctas, estaban muy bien. Ella sabía según el tipo y tamaño de árbol (o planta) qué ramas y cómo podarlas, cómo hacer los cortes, con qué ángulo de inclinación; qué consideraciones tener según la edad, tamaño del árbol, etc.
Un día, al encontrarse con su papá, mi mamá le comentó ─con alegría─ que la forma en que ellos podaban las plantas en el jardín de su casa, estaba muy bien, que lo hacían de la forma correcta, tal como había explicado y enseñado el profesor en el curso de jardinería.
─Papi, ¿vos dónde aprendiste a podar?, ¿quién te enseño todo eso?
─Uff, ¡hace muchos años de eso! Yo lo aprendí en el colegio.
─¿En el colegio?
─Sí, en el colegio. En la primaria. Teníamos clases de jardinería donde aprendíamos todo eso. Era teoría y práctica. Todo. Nos enseñaban sobre los árboles de nuestra región, en qué épocas había que podarlos y cómo se debía podar cada uno. Eso de los ángulos de corte es para ayudar a que el árbol pueda cicatrizar mejor, para que las ramas sanen bien, que no se embichen, porque las ramas pueden llegar a pudrirse, incluso. Luego de aprender eso, según la época salíamos y podábamos las plantas y árboles del colegio. A veces también de la plaza o alguna parte de la ciudad, me parece….ya no me acuerdo bien.
Mi abuelo tiene hoy 86 años, y esto lo aprendió en su país natal, Slovenija (Eslovenia), hace como 75 años (él tenía unos 10 u 11 años de edad).
Me acordé de esta anécdota hoy, luego de ver como personal del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires mutiló los árboles de mi barrio. Lo que hicieron es un desastre, está muy mal. De sólo ver como brota la savia de los cortes que hicieron en las ramas de los árboles uno intuye que eso no estuvo bien cortado, incluso que el árbol sufre por eso que hicieron. Me da toda la sensación que a las personas encargadas de mantener y podar los árboles de la ciudad no los capacitaron, no les explicaron ni siquiera mínimamente cómo podar un árbol, sólo los mandan a la calle con motosierras, algunas escaleras un camión y listo.
Con esto no pretendo hablar de la calidad educativa de ningún país, ni del nivel de exigencia de ningún colegio, tampoco hablar de los contenidos curriculares, ni de las diferencias entre la educación de hace 80 años con la de ahora. De hecho no tengo ni idea si en Slovenija aún enseñan estas cosas.
Con esto, a lo sumo, pretendo hablar sobre la consideración, amor y respeto por nuestro medio ambiente, por el interés en cuidarlo de la mejor forma posible; en este sentido, al menos en mi barrio, parece que queda mucho, mucho por hacer y aprender.