Minería «a cuento abierto»

Hace poco escribí algo sobre la lixiviación, un proceso tan controversial como peligroso y contaminante. Ese artículo finalizaba con la invitación a informarnos sobre ese proceso y sobre la minería a cielo abierto en general, porque —decía— no teníamos otra forma de poder defender nuestros recursos naturales. Decía también que a través de nuestros representantes podíamos (o debíamos) exigir la aplicación de los controles necesarios. En este punto estamos complicados, o por lo menos nos queda mucho camino por recorrer.

Una de las provincias más afectadas por la minería a cielo abierto —y por la lixiviación— es la provincia de San Juan. Seguramente te suena (aunque sea de nombre) Pascua-Lama. Pascua es una localidad que pertenece a Chile y Lama, pertenece a San Juan, Argentina; Pascua-Lama es el nombre que se le dio a un gran proyecto de minería a cielo abierto que ocupa las dos localidades. Este proyecto fue conflictivo desde sus comienzos, y su autorización, habilitación e impacto ambiental fueron algunos de los temas que se trataron en la Cámara de Diputados de la Nación. Mirá lo que decían algunas personas que —se supone— nos representan:

Sr. Tomás, Hector Daniel (Diputado por San Juan. Frente Para la Victoria)

[…] Hoy, el oro se saca de la roca utilizando cianuro, pero no es el cianuro que contamina, sino un cianuro que se diluye con agua y cal. Este es el cianuro que se utiliza en un sistema de reciclado de agua, porque no vamos a derrocharla. No nos sobra el agua.

Hector Daniel Tomas dijo esto en la Honrable Cámara de Diputados el 14 de Julio de 2010, con motivo de tratarse el régimen de presupuestos mínimos para la preservación de los glaciares y del ambiente periglacial. Si te parece que no puede ser, podés leerlo vos mismo desde acá; desde la página de la Cámara de Diputados.

El señor Tomás desconoce que:

  1. No existe el cianuro que no contamina. Sólo existe el cianuro; y es altamente tóxico y contaminante.
  2. En el proceso de lixiviación, al agua cianurada se le agrega cal para evitar su gasificación, un gas tan dañino que incluso trabajando a cielo abierto las proximidades pueden compararse con una cámara de gas.

Pero el señor Tomás no estaba solo:

Sr. Gioja, Juan Carlos (Diputado por San Juan. Frente Para la Victoria)

[…] Se dice que en el emprendimiento minero se utilizan 230 millones de metros cúbicos de agua. Este dato proviene de una ignorancia absoluta. En principio, no se consume ni un litro de agua: sí se usa el agua pero, luego de utilizada, se clarifica y vuelve al río. Esta es una muestra de la cantidad de zonceras que se están diciendo.

Está claro, ¿no? No se consume ni un litro de agua. Bueno, sí, pero vuelve clarita al río, porque todos sabemos que agua clara no puede ser agua contaminada. Si también te parece una exageración que un diputado pueda haber dicho esto, también lo podés leer de la página de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación; acá.

¿Ves porqué es imprescindible que estemos mínimamente al tanto de estas cosas? Estos tipos, incluso sabiendo que lo que dicen queda registrado y es de acceso público, dicen cualquier barbaridad, no les importa. Parece que no tienen ningún interés en representarnos, y mucho menos en defender lo público, ni en defender nuestros recursos naturales.

Hay dos cosas que podemos rescatar:

  1. Tenemos que informarnos más para poder exigir y controlar, no alcanza con votar. Incluso luego tenemos que poder controlar a quienes votamos.
  2. Tomás y Gioja no debería obtener nunca más una banca en diputados (ni en ningún cargo público)

Quienes deberían representarnos y poner los intereses nacionales por delante de cualquier cosa, evidentemente no lo hacen. Yo puse acá dos casos que a mi me llamaron la atención, pero no es por culpa exclusiva de estos dos tipos que el proyecto Pascua-Lama esté hoy en día funcionando, contaminando el agua y la salud de miles de Argentinos.

Lamentablemente estas cosas es más difícil revertirlas que evitarlas. Creo que ahora, más que antes, está —casi exclusivamente— en nosotros exigir el tratamiento y revisión de todo lo hecho. No creo que veamos mucha iniciativa por parte de los gobiernos, incluso tampoco por parte de los grandes medios de comunicación, somos nosotros los que tenemos que exigir el tratamiento de estos temas, y sin duda, para eso, tenemos que saber mínimamente de qué se trata todo esto.

Algunos lugares donde podés encontrar más información:

4 thoughts on “Minería «a cuento abierto»”

  1. Es la verdad, uno se queda perplejo ante que actitudes tomar porque los representante si el modelo de cada país se enfrasca en esta temática de mayor explotación minera, mayor crecimiento y no llevan a cabo una minería sostenible. Incluso los gobiernos conceden licitaciones y permisos de explotar aun cuando saben del impacto ambiental.

  2. La minería a cielo abierto dinamita la montaña. Altas cumbres que acumulaban nieve eran naciente de arroyos cristalinos que no existirán nunca más. Espero que no progrese lo del Nevado de Famatina.

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